martes, 13 de octubre de 2009

ABORTO: ¿HACIA DÓNDE DEBEMOS MIRAR?

¿HACIA DÓNDE DEBEMOS MIRAR? PROYECTO DE LEY DEL ABORTO
Artículo publicado por Don Francisco Cases Andreu (Obispo de Canarias)


Siempre miro la Fiesta de la Virgen del Pino, nuestra Patrona, como la jornada del inicio del curso, y pongo en manos de la Madre todos los esfuerzos, las esperanzas y también las dificultades de todos los diocesanos. En la homilía de la Eucaristía de este año en Teror me fijé en las palabras de María al cantar su gozo como respuesta al saludo de su pariente Isabel: “El Señor, el poderoso, ha mirado la pequeñez de su esclava”. Es una explosión de alegría por sentir que el Señor, que ama gratuitamente, ha puesto sus ojos en ella, pequeña, insignificante en la sociedad de su tiempo y de su pueblo. El poderoso ha puesto su mirada allí donde nadie mira, ha considerado a quien nadie tiene en consideración. En mi reflexión sobre este tema invitaba a todos a seguir las huellas de Dios que María nos muestra, mirando hacia donde Dios mira; poniendo nuestros ojos en los pequeños y en los débiles. La grandeza y el poder de los mayores y fuertes se acreditan y se legitiman en la capacidad de fijarnos en los que no cuentan para nadie, en los que no tienen ningún peso social. Sigo pensando en estas sencillas ideas al repasar el Proyecto de Ley del Aborto que ha llegado al Parlamento de la Nación, y al releer la Declaración de la Comisión Permanente de la Conferencia Episcopal Española del pasado 17 de Junio , cuya lectura y estudio a todos aconsejo. ¿Hacia dónde se dirige la mirada de quienes proponen y de quienes han de discutir este Proyecto de Ley? ¿Hacia dónde se pretende orientar la mirada de quienes formamos esta nuestra sociedad? Hoy se considera de mal gusto y hasta como un chantaje emocional el mostrar imágenes que pongan de manifiesto la violencia de un aborto. Y lo mismo pasa con el lenguaje, se endulzan las palabras y se usan nuevos términos que disfrazan la realidad para que la atención no se dirija donde debe dirigirse, para que todo parezca neutro y aséptico. Y se convierten los deseos en derechos, y se transforma y cambia la realidad porque -se dice- ‘se ha llegado a un consenso social suficiente’. Y no se mira a la parte más débil y desprotegida, y se la abandona en su debilidad y en su desprotección. El ser humano que puede nacer no es digno de que lo tengamos en cuenta, se puede eliminar con tal que se cumplan unas determinadas condiciones. Y se habla de la prevalencia del derecho de autodeterminación de la mujer, su madre, en vez de ayudarle y ofrecerle el apoyo social y estatal necesario para evitar que también ella se convierta en víctima del aborto. ¿Hacia dónde debemos orientar nuestra atención? ¿Hacia dónde se han de volver nuestros ojos? Hemos de contribuir a formar, a reconstruir una cultura del respeto y amor a la vida, pensando y defendiendo obviamente a quienes la tienen en peligro, y a las madres que necesitan la protección social para que no aborten, y a los jóvenes que precisan una formación, y no el mero aprendizaje del control del riesgo de embarazo o de enfermedad. Son muchos hoy los que están y se manifiestan a favor de la vida, y tienen todo su derecho a decirlo en alta voz, a poner su palabra en el espacio público para contribuir a defender a la parte más débil y para ayudar a reconstruir la civilización de la vida. En Madrid, el próximo sábado 17 de Octubre, se celebrará una manifestación que aglutina a muchas asociaciones y personas que están en esta onda. Desde nuestras Islas muchos no podrán hacerse presentes por la distancia. Invito a quienes lo deseen a participar en la Eucaristía que presidiré en la Santa Iglesia Catedral de Santa Ana a las 7 de la tarde de esa misma tarde del próximo sábado 17 de Octubre. Nuestra manifestación será acción de gracias por el don de la vida y súplica para que sepamos amarla, respetarla y defenderla siempre.


+ Francisco, Obispo

1 comentario:

  1. ¡Hola Ana!. Me gusta que pongas al alcance de todos este artículo del Sr. Obispo. Es una manera de difundirlo a las personas que no sepan llegar a él. Gracias

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